COMO DESHUESAR UN POLLO
Elegir un pollo grande, (los pollos chicos tienen más esqueleto que carne).
Colocar el ave sobre una tabla.
Volcar sobre la pechuga la piel del cogote, y con un cuchillo de punta filosa desprender las articulaciones de las alas, pero sin sacarlas; quedarán las alas caídas.
Hacer un corte en el borde de la pechuga, como marcando una “v” a lo largo del huesito que va de hombro a hombro, desprender este huesito de las articulaciones, levantar con el cuchillo y arrancarlo (si no lo quitamos se hace más difícil deshuesar el pollo).
Seguidamente ir a la parte de abajo del ave y, por dentro y sin romper la piel torcer la pata y desarticular el muslo; raspar toda la carne adherida al hueso para dejarlo pelado.
Este huesito o bien se desprende solo, o sale luego con la carcasa.
Tratar de deshuesarlo siempre por dentro, las patas y las alas no se deshuesan para que el pollo no pierda su forma.
Ahora ir a la parte de arriba, meter la mano izquierda en el escote sujetarlo bien, y con un cuchillo filoso en la otra mano ir desprendiendo la carne adherida la carcasa, hay que tener mucho cuidado cuando se hace la parte de la espalda porque tiene muy poca carne y puede perforarse con facilidad.
Al hacer esta operación, no tenga miedo; raspe y tironee cortando tendones o lo que se resista.
Al llegar a la rabadilla, cortarla y retirar el esqueleto.
Coser la abertura del escote, tirando la piel del cuello para atrás.
Darle forma al pollo y ya está listo para rellenar.
Elegir un pollo grande, (los pollos chicos tienen más esqueleto que carne).
Colocar el ave parada sobre una tabla.
Volcar sobre la pechuga la piel del cogote, y con un cuchillo de punta filosa
desprender las articulaciones de las alas, pero sin sacarlas; quedarán las alas
caídas.
Hacer un corte en el borde de la pechuga, como marcando una “v” a lo largo del
huesito que va de hombro a hombro, desprender este huesito de las
articulaciones, levantar con el cuchillo y arrancarlo (si no lo quitamos se
hace más difícil deshuesar el pollo).
Seguidamente ir a la parte de abajo del ave y, por dentro y sin romper la piel
torcer la pata y desarticular el muslo.
Raspar toda la carne adherida al hueso
para dejarlo pelado.
Este huesito o bien se desprende solo, o sale luego con la carcasa.
Tratar de deshuesarlo siempre por dentro, las patas y las alas no se deshuesan
para que el pollo no pierda su forma.
Ahora ir a la parte de arriba, meter la mano izquierda en el escote sujetarlo bien, y con un cuchillo filoso en la otra mano ir desprendiendo la carne adherida la carcasa.
Hay que tener mucho cuidado cuando se hace la parte de la espalda porque tiene muy poca carne y puede perforarse con facilidad.
Al hacer esta operación, no tenga miedo; raspe y tironee cortando tendones o lo que se resista.
Al llegar a la rabadilla, cortarla y retirar el esqueleto.
Coser la abertura del escote, tirando la piel del cuello para atrás.
Darle forma al pollo y ya está listo para rellenar.
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