RAVIOLES DE RICOTA CON LÁMINAS DE
AJO SALTEADAS
AJO SALTEADAS
Unos exquisitos ravioles con ajos salteados
Ingredientes (4 personas):
300 grs. de harina común.
3 huevos.
½ cdta. de sal.
Para el relleno.
Ingredientes:
½ kg. de hojas de espinacas.
400 grs. de ricota (requesón).
1 huevo.
150 grs. de queso Parmesano.
40 grs. de manteca (mantequilla).
1-2 diente de ajo.
½ cdta. de nuez moscada rallada.
Sal y pimienta a gusto.
Preparación de la masa:
Colocar en un recipiente la harina, y la sal, mezclar, hacer un hueco en el centro, añadir los huevos, comenzar a mezclar con un utensilio.
Cuando ya no se pueda, volcar sobre una superficie de trabajo, mesa o mesada enharinada, terminar de unir los ingredientes con las manos.
Si la masa queda demasiado dura, añadir un poco más de agua, hasta lograr la textura deseada, amasar durante 20-30 minutos, hasta obtener una masa lisa, y elástica.
Formar un bollo, y colocarlo en un recipiente, espolvoreado con harina, dejarlo reposar durante 30-40 minutos, tapado con un trapo de cocina (repasador) seco.
Pasado el tiempo de descanso, amasar durante 2-3 minutos, separar la masa en dos, y estirar cada una con la ayuda de un palote, espolvoreando la mesa, y la masa con harina.
Hasta dejarlas en láminas finas, colocarla sobre la mesada enharinada, y dejarlas orear.
Preparación del relleno:
Rallar el queso Parmesano, y colocarlo en un cuenco, o quesera.
Limpiar, y lavar las hojas de espinacas, colocarlas en una olla, solo con el agua, que contengan las hojas, cocerlas hasta que pierdan su rigidez.
Retirarlas, escurrirlas, dejarlas enfriar, y apretar con las manos, para quitarles el excedente de agua, y picarlas.
Colocarlas en un recipiente, añadir la ricota, el huevo, 2 cucharadas del queso rallado, condimentar con la nuez moscada, la pimienta, y la sal, mezclar bien, hasta obtener una mezcla homogénea, verificar el sazonamiento.
Colocar cucharaditas de relleno, separadas unas de otras, por toda la masa, tapar con la otra masa, presionar con las puntas de los dedos, alrededor del relleno.
Cortar los ravioles con la ruedita especial, o con un cortante, dejarlos orear durante 10-15 minutos, separados unos de otros, sobre la mesada enharinada.
Hervirlos en abundante agua, con sal, durante 10-12 minutos,
o hasta que estén cocidos, probarlos, retirarlos con la espumadera, para evitar que se desarmen, dejarlos escurrir, y colocarlos en una fuente.
Pelar, y cortar en láminas, el diente de ajo.
Calentar la manteca, en una sartén, incorporar las láminas de ajo, sofreírlas unos minutos, removiendo continuamente, con una cuchara de madera, sin que lleguen a dorarse, y retirarlas.
Esparcirlas sobre los ravioles, mezclar con dos cucharas, y espolvorear con un poco del queso rallado.
Servirlos caliente, acompañar con el cuenco con queso rallado, para que cada comensal, se sirva a su gusto.
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